Together We Will Live Forever


Lo sabía, se escaparon de la lógica que lo aplastaba todo. Se inundaba con represión. La opresión fue siempre su género, su voz. El movimiento por el que moría lentamente. Cada día que pasaba era más muerte. Era cadáver. Veía la oscuridad en sol reflejada cada mañana, traspasaba la ventana, quemaba sus ojos al mirarla de frente. Desteñía el blanco en su corazón. Las llanuras de sus pensamientos pedían a gritos accidentes. La veía, la calma de la desidia arropando sus expectativas, gemía mientras volaba por el mundanal suelo, rompía los efluvios de los desórdenes, caminaba tosco, pie a pie. Sin buscar el misterio encontrando los pasatiempos. Sólo era una pérdida en el crisol de desventurados. Pobre, rico, fastidiado por el no desencuentro, por la aterradora certeza de la voluptuosidad de su tiempo. El guión se escribía sin borrones, un bonito borrador que jamás pasó a mejor vida. Valor faltó al ejecutor para tomar las riendas de potenciales hechos que habían por suceder. Encontrado en su letanía, perdido en su oronda terquedad. Abría los ojos, parpadeaba y latía los extraños ojos del visionario perdedor. Eran todo visiones claroscuras del personaje creado.